De mi viaje, el que aún no termino de procesar, no tomé muchas fotos. Pero tuve la fortuna de poder ir gratis al conocido club de Tango "El viejo Almacen", y ahí, desde la primera mesa del lugar que hoy es Patrimonio Nacional, emergió algo de mi creatividad.
¿ Y cómo no sentirla ante tal destello de sensualidad, elegancia, pasos plenos de arte?
Desde siempre me ha gustado este estilo popular de baile argentino, incluso he pretendido tomar clases alguna vez. En mi viaje comprendí que está en mis raíces, que no sólo me atrae el país vecino porque mis padres fueron a probar suerte de recién casados por esos lares, sino que se debe a que mis abuelos maternos eran excelentes bailarines de tango, incluso la gente se detenía en medio de las fiestas a observarlos en pleno rito de seducción
(uff de sólo imaginarlos bailando, que ganas de que poder viajar en el tiempo).



